2025-06-17
IDOPRESS
En una entrada en su blog,Sam Alman resaltó los retos actuales y las ventajas de la IA que avanza cada vez a mayor velocidad.
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La humanidad ha cruzado un umbral sin retorno. “Hemos superado el horizonte de sucesos; el despegue ha comenzado”,afirmó Sam Altman,CEO de OpenAI,en su blog personal en donde describió el punto actual de la Inteligencia Artificial (IA) como una “gentil singularidad”,una revolución tan profunda como inevitable,pero curiosamente más familiar de lo esperado.
“Los robots aún no caminan por las calles,ni la mayoría de nosotros hablamos con una IA todo el día. La gente sigue muriendo de enfermedades,aún no podemos viajar fácilmente al espacio,y hay mucho del universo que no entendemos. Y,sin embargo,recientemente hemos construido sistemas que son más inteligentes que las personas en muchos sentidos y capaces de amplificar significativamente el rendimiento de quienes los utilizan. Pero si uno mira con atención,los signos del cambio son inequívocos”,enfatizó Altman.
Y lo que viene en IA promete ser aún más transformador. Según las estimaciones de Altman,“en 2025 llegaremos a agentes que pueden realizar trabajo cognitivo real”,lo que cambiará para siempre profesiones como la programación informática. Para 2026 podríamos contar con sistemas capaces de descubrir nuevos conocimientos por sí solos,y en 2027 podríamos presenciar la llegada de robots que realicen tareas físicas en el mundo real.
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El mundo creativo también experimentará un cambio drástico. Habrá más software,más arte y más herramientas que permitirán a personas sin experiencia previa lograr resultados sobresalientes.
Aunque el panorama es prometedor,la transformación no necesariamente cambiará los aspectos fundamentales de la vida cotidiana.
“En los aspectos más importantes,la década de 2030 podría no ser tan diferente. La gente seguirá queriendo a sus familias,expresando su creatividad,jugando y nadando en lagos. Pero sí habrá cambios profundos: la abundancia de inteligencia y energía”,explicó Sam Altman.
En este sentido,la IA promete resolver,o al menos reducir significativamente dos límites que tiene desde hace siglos: la inteligencia disponible y la capacidad energética. Esto sería posible con sistemas inteligentes que permitan acelerar la investigación científica,como los acuerdos que ha implementado OpenAI con los Laboratorios Nacionales de Estados Unidos para la seguridad nuclear.
Además,se abren las puertas a avances en áreas clave como la medicina,la ciencia de materiales,la energía y hasta la exploración espacial.
“El progreso científico es el principal impulsor del progreso general; es sumamente emocionante pensar en cuánto más podríamos tener. De hecho,ya se escuchan testimonios de investigadores que aseguran ser dos o tres veces más productivos que antes de la IA. Más aún,la propia IA se está utilizando para acelerar la investigación de la misma tecnología,en un ciclo de retroalimentación que podría llevarnos a lo que se conoce como autosuperación recursiva,es decir,sistemas que mejoran a otros sistemas de forma continua”,detalló Altman en la entrada de su Blog.
Todo el desarrollo que experimenta la humanidad plantea un futuro en el que los grandes saltos tecnológicos sucedan en cuestión de meses o semanas.
Incluso la infraestructura física detrás de este progreso avanza a pasos acelerados. La automatización de Centros de Datos,la posibilidad de que robots construyan otros robots,y la expansión de redes de suministro totalmente automatizadas “podrían reducir el costo de generar IA a niveles cercanos al de la electricidad”,destacó el ejecutivo.
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El ejecutivo también reconoce los retos éticos y sociales del rápido avance de la tecnología,por ejemplo,sobre cómo asegurar que la superinteligencia esté alineada con los intereses de toda la humanidad y no solamente con los de unos pocos.
Al respecto,Altman ejemplificó la situación de las redes sociales: “los feeds de las redes sociales son un ejemplo de IA desalineada; los algoritmos que los impulsan son increíbles para lograr que las personas se sigan desplazando,pero lo hacen explotando algo en su cerebro que anula su preferencia a largo plazo”.
Por eso,una de las prioridades es garantizar que el acceso a la superinteligencia sea amplio,equitativo y económico.
“La sociedad es resiliente,creativa y se adapta rápidamente. Si logramos aprovechar la voluntad y la sabiduría colectivas,podremos usar esta tecnología para maximizar las ventajas y minimizar las desventajas”,propuso el ejecutivo.
La visión es ambiciosa,pero no irreal. “La inteligencia,demasiado barata para medirla,está al alcance de la mano. Puede parecer una locura decirlo,pero si en 2020 hubiéramos dicho que estaríamos donde estamos hoy,probablemente hubiese sonado más descabellado que nuestras predicciones actuales para 2030”,concluyó Altman.